Europe
October 24, 2025

España destina más de 840 millones de euros a 144 proyectos de almacenamiento y el sector celebra

El IDAE adjudicará ayudas por 657 millones de euros y otros 184 millones adicionales para impulsar 2,4 GW de nueva capacidad de almacenamiento. Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha concentran la mayor parte de los fondos.
By Milena Giorgi

By Milena Giorgi

October 24, 2025
baterias BESS Hispania seguros Spain drives more than 4.3 GW of storage through environmental permitting between 2022 and 2025

España dio un paso firme hacia la consolidación del almacenamiento energético como pilar de su sistema eléctrico. La propuesta de resolución provisional del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), publicada esta semana, marca un hito en la estrategia nacional al seleccionar 144 proyectos innovadores que suman 2.416,54 megavatios de potencia instalada y movilizarán 841.401.730,67 millones de euros en subvenciones públicas.

El programa, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) 2021-2027, distribuye 657,27 millones de euros en ayudas reales y 184,12 millones adicionales, resultado de una ampliación del 20 % sobre el presupuesto inicial.

Los proyectos, que abarcan desde grandes sistemas de baterías hasta soluciones térmicas industriales y nuevas centrales de bombeo, configuran un mosaico tecnológico que refleja la madurez del sector y el rol que España pretende asumir en la transición energética europea.

Las cifras reflejan la magnitud y diversidad de la iniciativa: desde pequeños proyectos de 0,39 MW hasta infraestructuras de 200 MW, con una potencia media de 16,8 MW.

En cuanto a los montos, la ayuda media alcanza los 4,76 millones de euros, con una mínima de 60.080 euros y una máxima de 34,98 millones de euros, evidenciando la coexistencia de soluciones experimentales y desarrollos a gran escala en esta primera gran apuesta por el almacenamiento energético en España.

Andalucía emerge como el gran epicentro de esta primera convocatoria con 374 millones de euros asignados, casi la mitad del total. La comunidad lidera en volumen y diversidad tecnológica, impulsando desde almacenamientos eléctricos independientes y sistemas híbridos fotovoltaicos hasta proyectos térmicos industriales.

Entre las empresas protagonistas figuran Rolwind, con sus proyectos ST Palmosilla y ST Cerrillo en Cádiz, y grandes referentes industriales como Acesur, COVAP, Persán, Acerinox o Intermalta Sevilla, que incorporarán sistemas de calor eléctrico de alta eficiencia para sustituir calderas fósiles.

El protagonismo andaluz no eclipsa el avance de otras regiones que comienzan a perfilar sus propias estrategias. Castilla-La Mancha se sitúa en segundo lugar con 96,6 millones de euros, apostando por la integración del almacenamiento térmico en plantas de energía solar de concentración, mientras que Galicia se enfoca en la modernización de su infraestructura hidroeléctrica para convertirla en respaldo de la generación renovable.

En tanto, Castilla y León, con 38,7 millones, impulsa proyectos de baterías distribuidas e híbridos orientados a reforzar la red eléctrica y mejorar la resiliencia regional.

El impacto territorial de las ayudas también se extiende a las islas y regiones en transición energética. En Canarias, los 27 millones de euros adjudicados permitirán fortalecer la autosuficiencia del sistema insular a través de proyectos como Villa BESS 1 y Muelle Grande BESS II, mientras que Baleares, con 11 millones, apuesta por soluciones híbridas y térmicas para estabilizar redes locales con alta penetración renovable.

En el norte, Asturias y Murcia suman proyectos que combinan almacenamiento térmico y eléctrico, con foco en la industria pesada y la generación solar, respectivamente.

En términos agregados, la convocatoria distribuye los fondos entre cuatro grandes tipologías tecnológicas: 343 millones de euros para proyectos híbridos con generación renovable, 187 millones para bombeo hidroeléctrico, 177 millones para sistemas eléctricos independientes y 131 millones para almacenamiento térmico.

Se abre ahora un período de diez días hábiles para la presentación de alegaciones y la acreditación de requisitos financieros. Una vez superado este proceso, la lista definitiva de adjudicatarios marcará el punto de partida de una nueva fase para el sector energético español.

Con esta primera convocatoria, España no solo impulsa la instalación de nuevas infraestructuras de almacenamiento, sino que también traza una hoja de ruta hacia un sistema eléctrico más flexible, competitivo y descarbonizado.

El sector celebra los avances, pero pide un reparto más equilibrado de las ayudas

La publicación de la resolución provisional no solo marcó un hito administrativo: también generó una ola de reacciones entre los principales actores del ecosistema del almacenamiento energético. Fabricantes, integradores y desarrolladores valoraron positivamente el impulso del IDAE, aunque algunos reclamaron un mayor equilibrio territorial y una distribución más diversificada de los fondos.

Desde Risen Energy Europe destacaron el reconocimiento a la excelencia tecnológica y la integración europea de sus sistemas BESS, tras alcanzar una puntuación de 4,2 puntos sobre 6 en la cadena de valor. La compañía subrayó que esta calificación refleja el cumplimiento pleno en electrónica de potencia y equipamiento fabricado en la Unión Europea, además del soporte integral en EMS y O&M. Su alianza con un integrador español, añadieron, consolida su papel como “proveedor confiable y socio de alto valor para proyectos financiados por FEDER”.

Por su parte, Jinko ESS celebró la admisión de varios de los proyectos de sus clientes, interpretándolo como una señal de confianza del mercado en sus soluciones. “El almacenamiento es el nuevo motor de la transición energética”, destacaron desde la empresa, que puso el foco en su tecnología con capacidades grid-forming y su aporte a la descarbonización industrial mediante sistemas avanzados y seguros.

También desde la Comunitat Valenciana, la empresa NRG Investment confirmó la adjudicación de tres proyectos —Jalance, La Portera y Benejama—, que representan el 32 % del total de ayudas regionales, por un valor superior a 14 millones de euros. La compañía, que sumará 30 MW adicionales y 120 MWh de almacenamiento, subrayó el valor industrial y tecnológico de su territorio y la importancia de proveedores locales como HESStec, Endurance Motive y Power Electronics.
“Demuestra que desde la Comunitat Valenciana podemos liderar la nueva generación de proyectos energéticos en toda España”, destacó su dirección en un comunicado interno.

La resolución también generó lecturas críticas. Andrés Pinilla, referente del sector BESS y directivo de ventas en Europa y Latinoamérica, reconoció el esfuerzo del IDAE para tramitar más de 1.500 expedientes en tiempo récord.

Sin embargo, algunos referentes señalaron que “hubo una gran concentración de ayudas en pocos proyectos”, lo que limita el alcance del programa.

Otros especialistas coincidieron en que una distribución más granular podría haber acelerado la adopción tecnológica en pymes y nuevos desarrolladores, ampliando la base industrial del sector.

En medio de las celebraciones y los reclamos, la convocatoria deja una conclusión clara: el almacenamiento ya no es una promesa futura, sino una realidad en construcción. Las empresas tecnológicas comienzan a posicionarse en un mercado que demandará cada vez más integración local, certificaciones europeas y alianzas estratégicas para sostener la competitividad en la próxima década.

Lista de proyectos admitidos para los que se propone ayudas

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Lista de proyectos admitidos para los que NO se propone ayudas

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