Con un 23% de cobertura de la demanda, la eólica es la primera tecnología desde 2021 y consolida su papel para garantizar un sistema energético competitivo, sostenible y con ADN europeo. Es un pilar de la competitividad nacional, gracias a los más de 40.000 empleos directos e indirectos en España y una cadena de suministro plenamente consolidada.
“Preservar esta cadena de valor es hoy más necesario que nunca en un contexto geopolítico en el que Europa debe reforzar su autonomía estratégica” destacó Rocío Sicre, presidenta de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y agregó: “Nos enfrentamos a desafíos globales que no podemos ignorar: la creciente presión de la industria china que compite con costes bajos, o la guerra global de aranceles entre mercados estratégicos como Estados Unidos, entre otros. Estos factores ponen a prueba la resiliencia de nuestro tejido industrial, donde la operación de parques eólicos también tiene aquí un papel decisivo para seguir manteniendo activa esta cadena de valor, generar nuevas oportunidades y defender un modelo industrial fuerte, competitivo y sostenible”.
España avanza hacia un sistema eléctrico renovable y alineado con los compromisos europeos de neutralidad climática para 2050. “Es urgente acelerar la electrificación de la demanda y avanzar en un mix de generación equilibrado para todas las tecnologías, en condiciones financieras y técnicas sostenibles”, indicó Sicre.
En cuanto a este punto, sostuvo que “el desarrollo de los nuevos proyectos eólicos se enfrenta a plazos de tramitación excesivamente largos que comprometen el cumplimiento de los objetivos de crecimiento. Para revertir esto, necesitamos mecanismos ágiles, transparentes y coherentes entre administraciones que permitan reducir los tiempos y dar seguridad a las inversiones. No vamos a dejar de insistir en la necesidad de disponer de un marco regulatorio estable con interpretaciones jurídicas únicas y coherentes, que ofrezca certidumbre a las inversiones, así como la necesidad de trasponer el concepto de Interés Público Superior aplicado a los proyectos eólicos”.
Entre los retos que el sector eólico tiene para el crecimiento de la generación eólica en nuestro país, Sicre reivindicó las 10 prioridades que marcan una hoja de ruta para los próximos años:
- una necesaria aceleración de la electrificación de la demanda;
- avanzar hacia un mix de generación equilibrado, con las condiciones técnicas y financieras sostenibles;
- incrementar el ritmo de la tramitación de los nuevos parques eólicos;
- impulsar la repotenciación de los parques más antiguos;
- conseguir un despliegue del almacenamiento eficiente como herramienta necesaria para la operación del sistema;
- seguridad jurídica y estabilidad regulatoria;
- evitar que proyectos eólicos se puedan parar en estados avanzados de tramitación;
- concienciación social y territorial, impulsar la eólica marina en nuestras costas;
- defensa de la cadena de valor europea;
- y desarrollar un marco regulatorio sobre la biodiversidad, que sea razonable con la coexistencia de la eólica y su entorno.
Según ha apuntado la Presidenta de la AEE, “es necesario garantizar la seguridad jurídica para las inversiones con un marco regulatorio estable con interpretaciones jurídicas únicas y coherentes, que ofrezca certidumbre a las inversiones. Es prioritaria la ejecución de las sentencias del TJUE y del TS en Galicia a favor de los proyectos eólicos y la tramitación realizada por la Xunta de Galicia, para desbloquear más de 2.800 MW – más de 3.500 M€ de inversiones – que se encuentran paralizados por el TSXG desde hace 3 años”.
La repotenciación aumentará significativamente la producción eólica con un menor impacto ambiental y territorial, aunque para la dirigente, “no está despegando al ritmo que debería”. Se enfrenta a un permitting incluso más complicado que el de un parque nuevo, con múltiples riesgos y con unos resultados de mejora del caso de negocio que no siempre están tan claros.
Por ello, desde el sector solicitan herramientas regulatorias que hagan posible un ritmo de repotenciación, con un enfoque de impacto ambiental diferencial y siendo conscientes de la realidad económica y contable de estas instalaciones.
Por otro lado – y en paralelo – remarcan que es clave seguir aplicando estrategias de operación que permitan extender la vida útil de los aerogeneradores con plenas garantías de seguridad y fiabilidad. Ambos caminos – la repotenciación y la extensión de vida – exigen conocimiento, inversión y planificación. Y por encima de todo, la libertad del propietario para elegir la mejor estrategia de futuro para su activo.
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