En el marco de FES Iberia 2025, Spain DC hizo un llamado urgente a replantear la regulación energética en España. La advertencia llegó de la mano de Alejandro Fuster, director técnico de la asociación, quien expuso el cuello de botella que representa hoy el acceso a la energía para el desarrollo de los data centers.
“Estamos creciendo a un ritmo muy importante y la energía está en nuestro punto de mira, porque es el cuello de botella para cualquier desarrollo de data centers”, manifiesta Fuster. El crecimiento del sector es exponencial. Spain DC estima que el consumo de potencia de los centros de datos cerró 2024 en torno a los 200 MW, pero llegará a aproximadamente 730 MW en 2026. Esto supone un aumento de 530 MW en apenas dos años, un salto que contrasta con el ritmo de expansión histórico del sector.
“Hemos tardado 30 años en construir 200 MW y ahora en dos años vamos a construir más de 400 MW. Eso te puede dar una idea de la magnitud”, destaca Fuster.
En ese contexto, el sector data center en España enfrenta una disyuntiva: cuenta con un volumen de inversión dispuesto a ingresar al país, pero las limitaciones en el acceso a potencia eléctrica real están frenando el crecimiento. “Hay mucho capital que está buscando invertirse en España para desarrollar data centers, pero ahora mismo está condicionado por el acceso a la energía, el cual no está garantizado, por lo que es dinero que está en riesgo”, advierte el directivo.
El incremento de potencia no solo implica más infraestructura de tecnologías de información, sino que es un reflejo directo del proceso de digitalización que atraviesa la economía española según manifiesta Fuster. Los data centers son habilitadores de nuevas industrias, aplicaciones en la nube, inteligencia artificial y automatización de procesos.
Este fenómeno genera un impacto económico directo y transversal en el Producto Interno Bruto (PIB), más allá de la inversión inicial en infraestructura. “La influencia en el PIB no es ya solo desde el punto de vista de la inversión directa, es lo que habilita esa inversión en otras industrias”, subraya el director técnico de Spain DC.
Sin embargo, Fuster advierte que España corre el riesgo de quedar rezagada frente a otros países que ofrecen mejores condiciones regulatorias y de acceso a la energía. “Da mucho coraje ver que no llegamos a ser todo lo competitivos que podemos en el panorama mundial y perdemos oportunidades respecto de otros países”, sostiene.
Por este motivo, la asociación plantea la necesidad de una regulación anticipatoria y adaptativa. El objetivo es que el marco regulatorio no se limite a reflejar la situación actual, sino que sea capaz de prever las necesidades del sector y permitir una respuesta ágil ante la evolución de la demanda. “El punto número uno es el desarrollo de una regulación que sea anticipatoria, es decir, que tenga en cuenta por adelantado las necesidades que van surgiendo”, señala Fuster.
La planificación eléctrica actual opera en ciclos largos, lo que genera un desfase entre la demanda real y la capacidad de respuesta del sistema. Para Fuster, es fundamental tener herramientas que permitan incorporar nuevas iniciativas dentro de esos plazos, sin tener que esperar años para adaptar la normativa. “Son ciclos muy largos, la planificación eléctrica son ciclos extremadamente largos, y tenemos que ser capaces de, en esos cuatro o cinco años, poder sacar iniciativas nuevas”, advierte.
Spain DC propone trabajar en colaboración con Red Eléctrica España para identificar cuáles son los vectores de demanda reales y cuáles son solicitudes especulativas de potencia que bloquean el acceso a los proyectos con inversiones concretas. “Hay solicitudes de potencia que se han hecho en muchos territorios y que están ahí desde hace años, bloqueando el acceso a actores que realmente quieren invertir”, afirma Fuster.
Para el sector, diferenciar entre demanda especulativa y real es clave para optimizar la planificación y desbloquear proyectos estratégicos. “Se puede colaborar con Red Eléctrica para sentarse en la mesa y preparar las cosas con suficiencia, identificando cuál es la demanda especulativa y cuál no”, propone el directivo.
En un contexto donde incluso se proyectan iniciativas futuristas como la construcción de data centers en el espacio, como recordó Fuster durante el evento, el desafío inmediato es mucho más terrenal: España necesita garantizar energía suficiente y accesible para aprovechar una oportunidad histórica de inversión y desarrollo en su sector digital.