La propuesta nacional orienta la inversión hacia la demanda firme: 13,590 millones de euros hasta 2030 para incorporar 27,7 GW de nueva capacidad en la red de transporte y 5,3 GW en distribución —una cifra equivalente a alrededor del 85% de la demanda máxima de 2024—, con un reparto funcional que asigna 13,1 GW al hidrógeno verde, 9 GW a la industria, 3,8 GW a centros de datos, 1,8 GW a vivienda, 560 MW al ferrocarril y 1,2 GW a los puertos.

En paralelo, el Ejecutivo ultima un real decreto que refuerza el control de la ejecución de inversiones de redes y permite inversiones anticipatorias en áreas sin mallado suficiente, un instrumento diseñado para catalizar proyectos tractores allí donde la demanda aún no se ha materializado.

Según Alejandro Labanda, director de Transición Ecológica de beBartlet, “el Ministerio busca cerrar una ‘imagen definitiva’ de actuaciones e inversiones en red antes de publicar el borrador, que podría conocerse en octubre”, en diálogo con Strategic Energy Europe.

Todo indica que se cumplirá con el calendario que culmina con las trilaterales entre MITECO, las comunidades y Red Eléctrica. “Ha sido un proceso participativo, con consultas públicas amplias gestionadas por Red Eléctrica y, pese a un año difícil por emergencias nacionales, se están cumpliendo los plazos y diálogos”, explica Labanda.

En el mapa autonómico, varios territorios validan el enfoque con matices. Andalucía destaca que la propuesta reconoce prácticamente todas sus solicitudes y abre paso a grandes proyectos de hidrógeno y combustibles renovables, a la electrificación de puertos y a nuevos ejes ferroviarios.

En la reunión, Jorge Paradela, consejero de Industria, Energía y Minas, pidió elevar la densidad de red —hoy un 40% inferior a la media— y priorizar el refuerzo Baza–Manzanares para vertebrar zonas rurales.

La Región de Murcia celebra una multiplicación por cuatro de la inversión, con refuerzos hacia Escombreras (valle de H₂), el noroeste/Caravaca y la red metropolitana de la capital, lo que permitiría cerrar el denominado “desierto energético”. La autoridad autonómica trasladó la prioridad de consolidar Escombreras como valle de hidrógeno y reforzar el noroeste.

Por su parte, la Comunidad de Madrid concentra 160 posiciones y 47 subestaciones para mejorar flujos internos, calidad de suministro y atender nueva vivienda y ferrocarril. Carlos Novillo, consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, reclamó priorizar nuevas promociones de vivienda y la electrificación ferroviaria.

En Illes Balears (reunión con Alejandro Sáenz de San Pedro i García, conseller de Empresa, Autònoms i Energia), se habló sobre el segundo cable Península–Mallorca y el segundo Mallorca–Menorca, junto con la electrificación portuaria, elevan la seguridad de suministro y la penetración renovable; y en Canarias el Ejecutivo autonómico subrayó la necesidad de refuerzos de transporte para la estabilidad de los sistemas insulares, nueva industria y diversificación económica.

Otros polos industriales aplauden el salto, pero piden más potencia. País Vasco (reunión con Mikel Jauregi, consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad) cuantifica un incremento de alrededor del 40% de la capacidad disponible en cinco años —con cuatro subestaciones nuevas y refuerzo de una veintena— para descarbonizar la gran industria y electrificar el Puerto de Bilbao; el Gobierno vasco aspira a un 50% adicional (≈6 GW) y seguirá empujando en audiencia.

Eduardo Arasti, consejero de Industria, Empleo, Innovación y Comercio de Cantabria, ordena su mallado con una nueva subestación en Besaya para la descarbonización del complejo de Solvay, además de hidrógeno y almacenamiento (bombeo y baterías) y la electrificación del Puerto de Santander.

Por Asturias, Borja Sánchez, consejero de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, incorpora el anillo central Gijón–Oviedo–Avilés y 2,5 GW extra de capacidad, una palanca para consolidar industria y habilitar proyectos de hidrógeno.

En Castilla y León, el plan prevé más de 1.000 km de líneas repotenciadas, 130 posiciones y 42 subestaciones, con foco en zonas de transición justa y en la atención a la gran demanda electrointensiva. Carlos Fernández Carriedo y Juan Carlos Suárez‑Quiñones insistieron en que la energía debe servir al desarrollo local además de evacuar excedentes.

El bloque que más presión ejerció sobre la cifra final reclama potencia para atraer nueva industria. Aragón, con Mª del Mar Vaquero, vicepresidenta primera y consejera de Economía, Empleo e Industria, expresó decepción al considerar que “no se da respuesta al sector tecnológico” y anunció alegaciones, aunque el Ministerio recordó que la propuesta multiplica por siete la cobertura de demanda punta y repotencia líneas para baterías e H₂.

Navarra (reunión con Mikel Irujo, consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial) se muestra satisfecha por la evacuación de renovables (≈2.900 MW) pero advierte una insuficiencia de capacidad para grandes proyectos industriales; llevará el punto a audiencia.

Galicia, con Mª Jesús Lorenzana, conselleira de Economía e Industria, valoró refuerzos en A Coruña, Pontevedra y Ourense, pero alerta de que, sin actuación específica, “Lugo queda fuera del mapa industrial”.

Castilla‑La Mancha triplica la inversión, incorpora 14 subestaciones nuevas y eleva en 62% los límites de inversión, aunque reclama 6.000 MW adicionales para blindar polos industriales y H₂, con refuerzos en torno a Puertollano, Henares, Noblejas y Manzanares.

Belinda León, consejera de Economía, Innovación, Empresa y Trabajo Autónomo de La Rioja, pide más capilaridad (refuerzos en Logroño, Quel y Haro) y potencia en todo el territorio, incluidas zonas despobladas, con el apagón de abril como recordatorio de la fragilidad de ciertos tramos.

Manuel Argüelles, director general de Energía y Minas; con seguimiento de Marián Cano, consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, de la Comunidad Valenciana, verbalizó un alineamiento claro con MITECO y priorizó la ampliación de potencia de distribución, el refuerzo de subestaciones y la creación de “autovías eléctricas” para sostener al sector cerámico y la industria asociada; exige además acciones rápidas y de bajo presupuesto con impacto inmediato.

Cataluña concentra refuerzos sobre el polo químico de Tarragona (H₂ y combustibles renovables), desalación, puertos y ferrocarril, destinando cerca de la mitad de la nueva capacidad de distribución a desarrollos residenciales que alivien cuellos urbanos; el almacenamiento —incluido el bombeo hidroeléctrico— asoma como herramienta crítica.

En Extremadura, el aumento de capacidad más que duplica la demanda máxima (≈1,6 GW), con 86 posiciones y 19 subestaciones para atender automoción, combustibles sintéticos y almacenamiento; la Junta calificó el encaje como “muy productivo”.

La prueba de solidez del borrador residirá en cómo se traduce lo político en ingeniería de detalle: criterios de asignación territorial que ponderen demanda firme y madurez de proyectos; diseño de almacenamiento (MW/MWh y cronograma) para contener vertidos y garantizar flexibilidad operativa; concreción de los capítulos de puertos y ferrocarril; y un régimen de inversiones anticipatorias y penalizaciones por baja ejecución que funcione en la práctica y mida con transparencia el “efecto llamada”.

En ese marco, “España, más que referente, ha sido un país que escuchó y aplicó buenas prácticas internacionales para adaptar el marco de redes al contexto actual: atraer demanda, hacerlo ágil y orientar las actuaciones a proyectos concretos con demanda firme”, concluye Labanda.

La planificación vira desde la lógica de “integrar generación” hacia la de electrificar demanda con criterio territorial, un cambio que exige priorizar nodos con proyectos tractores, plazos realistas y externalidades socioeconómicas claras.

La audiencia pública será el terreno donde Aragón, Navarra o Galicia intenten ajustar el reparto; el borrador de octubre tendrá que demostrar que la red de 2030 llega a tiempo para el hidrógeno, la nueva industria y la digitalización, manteniendo la factura bajo control para hogares y empresas.