El apagón del 28 de abril reabrió el debate sobre la estabilidad del sistema eléctrico español. Durante el FES Iberia 2025, uno de los eventos más relevantes del sector energético en la región, Jesús Heras, director técnico de Wattkraft para el suroeste de Europa, propuso una respuesta clara: más y mejor almacenamiento.
“Después de lo que ha pasado con el blackout, yo me atrevo a decir que el almacenamiento viene a salvar la red”, declara Heras durante su intervención en el primer panel del foro.
Baterías como pilar de una red inteligente
Desde Wattkraft sostienen que el sistema no debe retroceder hacia tecnologías contaminantes. En palabras de Heras: “Tenemos que hacer una red más inteligente, una Smart Grid, no volver a tener firmeza con plantas de gas contaminantes, que además no son competitivas en precio”.
En contraposición, señala a las baterías como solución multifuncional: capaces de brindar firmeza, flexibilidad, capacidad de respuesta rápida y, sobre todo, resiliencia.
“La batería es la navaja suiza que te va a dar mil opciones frente a la volatilidad de las renovables”, explica. Heras destaca que estos sistemas pueden prestar servicios como Grid Forming, inercia sintética, capacidad de Black Start, y descongestión de nodos.
El autoconsumo industrial marca el ritmo
El autoconsumo con baterías crece con fuerza en el segmento industrial. “A raíz del blackout, lo que hay es mucho nerviosismo en los industriales, en fábricas, por su independencia energética”, observa el ejecutivo.
Según Wattkraft, el interés por soluciones de backup se ha incrementado notablemente, tras los daños sufridos por muchas industrias durante el corte.
“En los últimos tres años las baterías ayudan mucho al autoconsumo industrial, no solo para ganar independencia, sino para abaratar la electricidad”, explica Heras. Agrega que Wattkraft ya ha instalado 100 MWh en sistemas de baterías industriales.
Falta regulación clara para avanzar más rápido
Wattkraft reclama marcos regulatorios más ágiles y estímulos económicos concretos. Heras valora avances como el PM7.4 y el impulso de la CNMC, pero advierte que aún falta mucho por hacer: “Lo pueden hacer las baterías, pero si no se remunera, nadie va a invertir en esa parte”.
También subraya que el almacenamiento debe ser considerado como una infraestructura crítica dentro del sistema, no un complemento opcional.
Tecnología, eficiencia y confiabilidad
La calidad tecnológica es otro eje estratégico para Wattkraft. “Lo que menos quieres es que una batería sea peligrosa. La tecnología litio-ferrofosfato hoy es muy segura”, afirma.
Asimismo, destaca la importancia del round trip efficiency, ya que incide directamente en la rentabilidad: “Cuando metes energía en una batería, esa energía tiene un coste. Te interesa que tenga un rendimiento superior”.
La durabilidad también es central: “Hay que tener una marca de confianza en la batería que te dé la tranquilidad de que, de aquí a 20 años, vas a tener la capacidad que te ha prometido la garantía”, apunta.
El software como clave del negocio
Para Wattkraft, el verdadero diferencial está en el software. “Una batería sin software es un gran pisapapeles”, sentencia Heras.
La digitalización permite acceder a servicios como el autoconsumo inteligente, el revenue stacking, el servicio de respuesta activa de la demanda (SRAD), y mecanismos como el PO7.4. “El software es lo más importante. Si no la gestionás bien, no podés acceder a los mercados que vienen”, subraya.
Expectativas para una nueva ola de almacenamiento
Con una mirada pragmática pero ambiciosa, Heras cierra su intervención proyectando el futuro inmediato: “Yo preveo una gran ola de almacenamiento en los próximos seis meses”. Desde Wattkraft aseguran estar listos para liderar esa transición, integrando innovación tecnológica, visión regulatoria y experiencia operativa.
La batería, entonces, deja de ser un simple complemento para convertirse, según Wattkraft, en el eje de un nuevo sistema eléctrico inteligente, resiliente y seguro.
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